miércoles, 28 de julio de 2010

El Cine de animación.




El cine de animación parece tener sus propias reglas. Por un lado parece ser un objeto imperecedero, los dibujos no envejecen, su estilo "sencillo" -tanto en narración como en trazos- ayudan a que estos sean comprendidos casi de manera universal. Y por otro lado, las técnicas de animación evolucionan, dejando obsoletos trabajos que ahora solo son tomados en cuenta por su estética kitsch. Y sin embargo, el clásico de Disney, Blanca Nieves, se sigue viendo bien, y sigue conmoviendo a nuevas generaciones.

En ese sentido el cine de animación puede llegar a ser una forma de arte trascendente, que vale la pena; que engloba un serio esfuerzo en busca de una composición artística, a veces, todavía artesanal, y que logra expresar infinidad de cosas.

Tal ves es bueno analizar su origen esencial: en el cine de "imagen real" se registran imágenes naturales en movimiento continuo, transformando estas, en un número de imágenes por segundo, haciendo con una sucesión casi imperceptible la imagen de movimiento. En el cine de animación al no existir movimiento real que registrar, se producen las imágenes una por una. Las técnicas son variadas, pueden ser mediante dibujos, modelos,etc. Lo esencial es dar una forma "creible" de movimiento. Crear el movimiento.

La definición correcta de la palabra animación proviene del latín, lexema anima, que significaba alma. Por tanto, la acción de animar se debería traducir como "dotar de alma", refiriéndose a todo aquello que no la tuviera.

Según el animador norteamericano Gene Deitch, "animación cinemática es el registro de fases de una acción imaginaria creadas individualmente, de tal forma que se produzca ilusión de movimiento cuando son proyectadas a una tasa constante y predeterminada, superior a la de la persistencia de la visión en la persona.

Los principales tipos de animación son la tradicional, con dibujos que van superponiéndose, la técnica de Stop Motion, la animación 3D, la animación motion capture, y las llamadas animaciones con técnicas experimentales. Ya iremos analizando en que se compone cada una de estas.

Yo ví Boogie el aceitoso en el cine.



No había muchas salas que la proyectaran, pero encontré una. Fue a principios de este año(2010)-la película es del 2009, pero en México se estrenó hasta el 2010...¡pero se estrenó!-. Por cuestiones de trabajo llevaba meses sin ir al cine, por lo cual su impacto en mi fue mayor; y como soy fan del comic de Fontanarrosa me interesaba verla. Para "forzar" las cosas más, frente a mi trabajo, había dos sendos anuncios de la película en una pared; muy bueno el anuncio -que además impactaba más pues se repetía-, con sus escandalosos tonos rojos, que ya llevaban a pensar que valdría la pena el ejercicio de animación cinematográfico de este estudio argentino. Así que, cuando yo salia a fumar en los descansos del trabajo, en la calle,siempre veía los carteles, que anunciaba además que la Voz del actor mexicano Jesús Ochoa diría las lineas de Boggie, y Susana Zabaleta daría voz a un personaje.

La película no decepciona, y en la pantalla de cine gana mucho. Con constantes guiños cinematográficos, y una animación tal vez a ratos un poco básica, pero trepidante. Es muy loable que un esfuerzo latinoamericano (y en este caso de origen argentino) funcione bien. Y eso hace de Argentina uno de los países de América Latina con una de las propuestas más interesantes en cine de animación, acorde con su tradición de arte gráfico/historietas.

La película demuestra ser -además- una buena adaptación cinematográfica al comic de Fontanarrosa. El humor negro que desparrama la cinta es un justo homenaje a el tono original de la historieta.

Ahora, unos meses después, me sorprende ver que la han pasado en MTV "latino", lo cual habla un poco de que la película, a pesar de todo, va en camino de forjar un culto de admiradores más nutrido. Es decir, es algo "bueno" que una película de estas características tenga esa exposición; y no solo pensar que vendieron su alma al diablo tan rápido.

Nota: La película fue adaptada para aprovechar el retorno de la locura 3D en las salas de cine adecuadas.